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Mostrando entradas de 2012

El Adicto y la Embajadora

Esa noche decidí quedarme a dormir en el portal de la casa de la embajadora, habían pasado mas de diez años desde que ya no vivía en la casa de al lado con mis padres y seguro ya no era embajadora pero así es como yo la conocí de pequeño y siempre la recordé de esa manera. Ella sería mi despertador cuando buscara la leche por la mañana en la puerta de su casa, espero que me reconozca antes de pegar un grito y despertar a todo el barrio. De cualquier forma, como despertador, funcionaría. Eran días amargos, y no lo digo solo por el sabor de la ginebra barata que me acompañaba a todos lados y a todas horas sino porque mi vida se encontraba en una calle sin líneas, no habían limites ni puntos de referencia y además no aparecía por ningún lado el letrero de vuelta en U. Debí haberle hecho caso a los comerciales que repetían que no hay que manejar borracho, mucho menos por las calles de mis días, llenas de huecos, curvas repentinas y tan abandonadas como aquellas carreteras que cruza

Como Cuando era Pequeño

Un sentimiento muy particular lo inundó, se perdió por unos segundos en un mundo de alguien que creía olvidado, de alguien que se había quedado en sus años de temprana niñez. Ya no tenía 4 ni 5, casi 2 décadas habían pasado desde eso, pero algo detonó la precisa molécula en su cerebro que tenía que activarse para que súbitamente toda la escena que se desenvolvía esa tarde en su cuarto reviviera memorias de aquellos tiempos, tiempos teñidos por imágenes y texturas provenientes de sus mas preciadas posesiones: los invencibles muñecos de superhéroes, los cientos de legos de todas las formas y colores (y claro, ¡sus mega construcciones!), sus libros de dinosaurios que lo hacían soñar despierto, sus caballos de peluche, compañeros eternos a la hora de dormir, y muchísimos mas tesoros que componían su egocéntrico mundo en donde él tenía lo mejor que existía, cada juguete mejor que los de cualquier otro niño. Recordó a una tímida niña entrando en su reino, hija de una amiga de su papá

Detrás del Telón

Sujeto #25, 675, 987 Estado: Bajo estricta observación desde hace 0.012 segundos (1,302 días mentales). Razón de la Observación: Error 011 ( CSRU : Contaminación del Sistema de Realidad Única). Pronóstico: Incierto. Sujeto muy inteligente pero demasiado aferrado a sus sentidos primitivos. Intervención: Muy probable. Ya se envió el reporte junto con el resumen representativo del periodo de observación, el cual se encuentra a continuación. Camina por la cubierta de madera de su pequeño velero negro. Las velas blancas brillan con el sol del mediodía, y la cubierta se siente caliente bajo sus pies. Saca la champaña helada para descorcharla y llena la champañera dorada con agua de mar, para proceder a desparramarla por donde está caminando, hace esto 3 veces en total. Siente como el sol quema deliciosamente sus cachetes, nariz, su pecho y hombros. Sumerge su gorra blanca en el agua hasta empaparla y la usa para refrescar su hirviente pelo negro.

Ella: El Cuento Que No Sobrevivió

Estaba entre densos arbustos negros y miles de hormigas amarillas, supongo que me habré sacudido con fuerza para quitármelas de encima porque terminé en la parte fría de la almohada, ya fuera del peligro del bosque y sus tinieblas. Me desperté agitado pero ya mucho más aliviado. A mi lado estaba Helena susurrando algo en su sueño, le presté atención para intentar discernir alguna palabra pero era inútil, su susurro era una sopa de letras. Apagué el aire acondicionado y prendí un cigarrillo, sabiendo que en cualquier momento se despertaría molesta por el olor que pronto impregnaría el cuarto. Con Cristina hubiese sido otra la historia. La hubiese despertado, para por esos minutos que preceden al completo despertar, cuando todavía se está un poco anestesiado por Morfeo, ser aún un poco más nosotros y no tanto los demás. Usaríamos ese momento cuando aún los sueños son un poco reales y no tan incomprensibles para ser fugitivo y bailarina erótica, ladrón y mercenaria, soldado y pr

El Canje

Me levanté con la clásica resaca de todos los días, la había intercambiado por dos páginas de palabras que seguramente nadie comprendería y que en el mercado de la literatura de bolsillo valen menos de lo que me costaron las cervezas que me tome la noche anterior. Busqué el periódico en la entrada de mi apartamento. Proseguí con la misma rutina de los últimos 3 días: buscar en los clasificados un carro de segunda que se ajustara a mi apretado presupuesto. “Civic ‘01 inmaculado” “Yaris ’04 en perfecto estado” “Nissan Almera ‘05, remate por mudanza” “Vida del año ‘81, algunos golpes pero nada grave, cuenta bancaria importante, canjeo por una vida soñada”. Iría a la calle de Civic a Yaris y de Yaris a Almera para terminar volviendo a mi casa sin carro, misma historia de todos los días, nada valía la pena.  Espérate. Eso no es un carro. ¿Vida del año ‘81? Llamaré a este tipo, al menos quizá pueda sacar una historia de esta locura. Llamé al tipo mientras recogía las

Mi Papel

Deja en paz al papel. Él no tiene la culpa de que tú te comportes como una muchedumbre en medio del carnaval, chocándote con todo, embriagado sin saber por donde caminas ni adonde estás. No me jodas y déjame jugar con el papel como me da la gana, al menos él fue hecho para eso, su destino es ser un lienzo para que los demás escriban sobre él, y yo solo escribo lo que pienso. No por eso tienes que usarlo con tanta rudeza, podrías ser un poco más cariñoso, demuéstrale tu lado un poco menos cruel. Él está cumpliendo su papel mientras escribo sobre él. Si lo dejo en blanco sentado sobre mí escritorio le estaría haciendo daño, no quiero que se confunda y piense que es como el cuadro en la pared o el calendario en el baño, no, él tiene su papel. Si yo me conociera tanto como él no tendría que estar actuando, inventando ni buscando tanto, si yo fuera él no tendría que estar pensando, pensando en cuál es mi papel.

El Mentiroso y sus Mentirosas

Dibujando estas letras fabricadas con pequeños círculos, líneas horizontales y verticales voy tejiendo un texto indecente, que al final, con suerte, quedará al menos un poco coherente. Voy construyendo frases y “significados”, voy dejando un poco de mi alma en el papel, o al menos intentándolo. Alucino que lo logro, que logro dejar un poco del peso de mi alma en algún lugar fuera de mí pero es mentira. Escribir es como tirar un bumerang. Del otro lado a alguien se le acercan las palabras, alguien que nunca las llegará a tocar, le susurran un poco al oído (en forma de un suave abaniqueo) y se convierten, a veces, en algunos pensamientos y después regresan con mas fuerza. Cada vez que leo lo que escribo se vuelve un poco distinto. Núnca es lo mismo. Es como la noche antes y después de la borrachera, es la misma noche pero uno no es el mismo. ¿Son las palabras tan mentirosas que un día te dicen una cosa y al siguiente otra? ¿O será que el tiempo pasa tan rápido que me transforma? Se

Un Viaje Largo

¿Sigues ahí? me estoy yendo en un viaje largo por lugares nuevos y quisiera que me recomendaras un par de canciones para el camino, no quiero llevarme la misma música que siempre escucho. Lo siento pero ya me fui, yo tampoco quería seguir oyendo la misma música de siempre. Aquí siempre oirás lo mismo, nadie quiere cambiar. Pero vete tranquilo con tus viejas canciones que en tu nuevo recorrido y a donde sea que vayas encontraras todo nuevo y podrás deshacerte de tus viejas canciones para escuchar música nueva. Eso si, allá donde vayas seguro también despreciaran tu música, esa que aquí tanto disfrutan, esa de la que ya te cansaste. Cuando regreses, porque sé que lo harás, no traigas tu música nueva, aquí a nadie le gusta el cambio, nadie te agradecerá tu música “extraña”.

Ovejas, Soñadores y Locos

Algunas personas nacen buscando desesperadamente dejar una marca, una pequeñísima cicatriz en la inmensidad de la historia, una historia que cada día crece más mientras ellos se vuelven cada vez más y más pequeños. Son como una estatua de piedra llena de mariposas alborotadas. Muestran una calma aparente, mientas que en su interior, detrás de sus ojos inquietos, hay una lucha permanente. ¿Cuántos serán los desdichados que están en la búsqueda de alcanzar algún tipo de gloria o aruñar un libro de historia? Los conformistas son personas más realistas, son unas ovejitas muy listas. Les gustan los papeles con firmas y las palabras precisas. Son los más sanos y mejor educados, muy preparados y siempre ensacados. No hay que hacerles caso a los artistas, a los soñadores o a los idealistas. Aquellos actúan sin consentimiento de los demás, no entienden que las órdenes son por su propio bien y muestran no más que desdén.  Es triste que no a todos los soñadores se le pueda distraer con televi

A Fuego Lento

En realidad no sé que estoy cocinando pero en mi cabeza un platillo estoy inventando. Voy mezclando ingredientes al azar sin saber que vaya a pasar. Algunos son fáciles de conseguir y otros me costaron algunas noches sin dormir. Un poco de esto por acá y mucho de aquello por allá. Es un buffet más que un simple plato. Cuando esté listo no será de mala educación hablar con la boca llena, es más, esa es la idea. Aunque a veces la estufa se queda sin gas tengo que terminar este platillo que estoy inventando.  Sigo sin saber lo que estoy preparando, pero, ¿cómo mas vive un cocinero si no es cocinando?